Aquella horrible casa nos
ponía los pelos tiesos,sus viejas habitaciones
tenían unas puertas inmensas de madera que chirriaban y
crujían con cualquier pequeño movimiento. L as paredes estaban
amarillentas y desconchadas; los techos,ennegrecidos; el suelo, sucio y asqueroso; y los muebles eran todos antiguos y desvencijados. Un buen día un
grupo de amigos dando una vuelta por el bosque vieron la casa en la
lejanía y decidieron entrar en ella. Al entrar se separaron en grupos de dos; dos
inspeccionaron el piso de
arriba, otros dos
inspeccionaron el
sótano y el otro grupo inspecciono la planta baja.
Unas largas y
angostas escaleras
conducían al
sótano aparentemente inundado. De repente una burbuja de aire
subió a la superficie, los dos amigos se acercaron al agua para ver que
ocurría y sin
explicación alguna se hundieron bajo el agua.
Las escaleras que
subían al piso de arriba rechinaban a cada paso de los
jóvenes. Una vez arriba se dirigieron a la
habitación en donde
anteriormente vivió un niño de apenas ocho años. Entraron e
inspeccionaron la
habitación, cuando llegaron a la cama la puerta se cerro repentinamente, ambos se giraron de golpe y
observaron que
había un silueta estremecedora con la
forma de un niño. Se acercaron y cuando estaban a un palmo, aquella figura se
desvaneció, la
habitación se
oscureció y... los
jóvenes de la planta baja empezaron a escuchar unos alaridos de terror
provenienes del piso superior, al escuchar aquellos gritos y al ver que sus amigos del
sótano no
volvían, intentaron escapar de aquella horrible casa, pero cuando estaban a punto de hacerlo, la puerta se cerro estrepitosamente, ambos se quedaron
inmobiles, pudieron observar el reflejo de una
familia
detrás suya, y pudieron probar el amargo sabor de la muerte
A partir de ese
día de aquellos inocentes
jóvenes.
Días después se supo que en aquella casa
habían asesinado y torturado a una familia de cuatro miembros.
Aitor NaharrosAndrés González